MADRID LA CALLE, LUISA VÁZQUEZ

INSTITUTO CERVANTES DI PALERMO

Chiesa di Santa Eulalia del Catalani

Via Argentaria Nuova, 33  PALERMO

Del 20 de Enero al 24 de Febrero de 2017

 

El próximo día 19 de enero se inaugura en el Instituto Cervantes de Palermo la exposición de la fotógrafa española Luisa Vázquez, Madrid La Calle, una sinfonía de imágenes al más puro estilo de los grandes fotógrafos de la Escuela de Madrid o de todos aquellos que, cada uno en su momento, nos mostraron con sus fotografías la vida tal y como se desarrolla en nuestras ciudades, en nuestros barrios, en definitiva en nuestras calles. Con un certero estilo documental y a la vez con una mirada irónica en muchas ocasiones, Luisa ha desarrollado a lo largo del tiempo una mirada propia y certera que nos permite vislumbrar esos momentos del tiempo en que las imágenes fueron tomadas.

La introducción a la exposición ha sido comentada por José Manuel Navia, quién define mejor que nadie  el trabajo de Luisa.

Luisa Vázquez: el placer de la mirada

No es la primera vez que al escribir de una fotógrafa debo afirmar que “ha sido cocinera antes que fraile”. Y en el caso de Luisa lo digo porque durante no poco tiempo trabajó como documentalista, manejando, cuidando, las imágenes y palabras que producían otros. Y puede que ahí naciera ese interés y ese amor por mostrarnos el mundo en imágenes; ahí o vaya usted a saber dónde.

En el caso de Luisa esto cobra un significado especial, porque al ganar su pan de ese modo ha podido disfrutar de la fotografía siendo amateur –¡qué hermoso este galicismo!- algo así como amador, amadora–, sin tener que condicionar el placer de fotografiar a ciertas horcas caudinas tantas veces aparejadas al trabajo profesional. Como nos enseñó Paul Strand, pobre del profesional que pierda el espíritu amateur, porque a partir de entonces su trabajo estará muerto.

Pero además las imágenes de esta exposición nos sorprenden por su valentía y su potencia visual. Es el trabajo de una reportera que camina por las calles con el mismo espíritu que ha animado a buena parte de la mejor fotografía documental, lo que a priori no esperaríamos de una mujer que ya peina canas y que, por su aspecto sosegado, imaginaríamos más cerca de otros temas, acaso también más tranquilos, que de esta fotografía dinámica y comprometida con la realidad. Luisa pronto descubrió que tras las imágenes hay algo más que el puro valor documental y su sensibilidad le permitió dedicarse con pasión al puro goce de mirar, la pasión de una verdadera fotógrafa.

José Manuel Navia

Villatobas, Navidad de 2016